viernes, junio 06, 2025

La Agricultura... y el Atrevido Visitante

Escultura "La Agricultura" en plaza Alemania, Bs As

Atrevido


En la elegante y serena Plaza Alemania, entre árboles, bancos y el ritmo tranquilo de los caminantes, se alza la majestuosa escultura de "La Agricultura". De inspiración clásica, el conjunto escultórico rinde homenaje al esfuerzo humano, la fuerza física y la conexión con la tierra.

Pero en esta fotografía, la solemnidad del bronce y la tensión muscular de las figuras se ven suavizadas por un visitante inesperado: una paloma, dueña del aire y del momento, que se posa sobre la cabeza del personaje central como si fuera parte de la composición original.

El contraste es irresistible. Allí donde el escultor quiso transmitir grandeza, trabajo y seriedad, la naturaleza introduce su propia lectura: la liviandad del instante, el humor involuntario, la ironía urbana.

Esta imagen no solo documenta una obra de arte pública, sino que captura una escena que la transforma y nos invita a mirarla con nuevos ojos. ¿Acaso no es esa una de las funciones más bellas de la fotografía?

 

domingo, junio 01, 2025

Cuando las nubes mandan


Paisaje Marplatense con impresionantes nubes

Mamita

Hay días en que uno sale con la cámara y, sin buscarlo, termina mirando para arriba. Porque es el cielo el que se adueña de todo. Y ese fue el caso con esta imagen, que llamé simplemente “Mamita”. No por la presencia de una madre, sino por la exclamación inevitable que provocó esa nube gigante, brillante y poderosa, que emergía desde atrás de los edificios como si viniera con una misión especial.

En medio del tránsito, los autos y las charlas cotidianas, apareció ella, la gran nube, con forma, cuerpo y presencia. Como una aparición. Y durante un momento, todo lo demás dejó de importar.



Impresinantes nubes  sobre un campo pampeano

Nubes campesinas

La segunda imagen nos transporta al campo, donde el cielo no se queda atrás. En este caso, las nubes parecían un telón desplegado sobre la llanura. En una atmósfera casi teatral, la luz y la sombra se cruzaban entre los árboles y los pastos como si el cielo jugara a dirigir el paisaje.

La técnica HDR ayuda a remarcar esa sensación de volumen y profundidad, pero lo que impacta de verdad es la fuerza expresiva del cielo, que transforma un rincón rural en una escena cargada de vida y movimiento.


 
Sembradio de girasoles bajo un manto nuboso.

Girasoles

Y finalmente, los girasoles. Todos girando hacia el mismo lado, hacia un cielo cargado de nubes que no son tormentosas, pero sí imponentes. Hay algo ritual en esa mirada conjunta de las flores hacia arriba. Una especie de respeto tácito, de atención al cielo como si esperaran una señal.

La calma del campo contrasta con la intensidad del cielo. Y en ese contraste, se da un equilibrio visual y emocional que invita al silencio, a la contemplación.

jueves, mayo 29, 2025

Gente que anda

Árbol en la plaza frente a la catederal de Mar mdel Plata

Raíces


UN perrito simpático junto a una joven en Recoleta

Curioso


Joven en bicicletam pedaleando sin las manos en el manubrio.

Sin manos


 

Salir a caminar por la ciudad es como sumergirse en una obra en movimiento. Nada está quieto. Todo vibra. En estas tres fotos en blanco y negro, la calle no es un simple escenario: es el alma misma de cada imagen.

La primera foto muestra una peatonal llena de gente en Mar del Plata. Algunos caminan con paso firme, otros se detienen a charlar, a mirar vidrieras o simplemente a estar. Los árboles parecen abrazar la escena, como si fueran testigos de un ritmo que no se detiene. Hay algo cotidiano y, a la vez, profundamente poético en ver cómo compartimos el espacio público, cómo nos cruzamos sin conocernos, cómo formamos parte de una coreografía invisible.

En la segunda imagen tomada en Recoleta, una joven se sienta en el cordón de la vereda, acompañada por su perro. Ella mira hacia un costado, pensativa. Él, atento, parece cuidar la escena. Es un momento de pausa en medio del movimiento. Una postal sencilla que nos recuerda que también hay lugar para detenerse, para observar, para respirar en el vértigo de la ciudad.

La última foto capta a un chico en bicicleta, pedaleando sin manos, con una seguridad y una frescura que contagian. Parece flotar. Al fondo, unas personas conversan sentadas, quizás tomando mate. La vida urbana no siempre es prisa y ruido: también tiene sus momentos de juego, de libertad, de tiempo compartido.

Estas fotos hablan de nosotros. De los que caminan, los que se detienen, los que pedalean. De la gente común, con sus rutinas, sus gestos y sus pequeñas historias que, aunque no se cuenten, se adivinan. El blanco y negro les da una unidad, las despega del tiempo. Podrían haber sido tomadas ayer, o hace veinte años. Lo importante es que están vivas.

Este post es un pequeño homenaje a eso que a veces damos por hecho: la presencia de los otros. Porque mirar la ciudad también es mirarnos a nosotros mismos.